Apuradas por el revuelo que causó el aumento de los alquileres registrado
desde enero, las autoridades del Banco Central y del Ministerio de Economía
decidieron promover dos medidas para fomentar el crédito hipotecario, que, según
los bancos, no crecerá hasta que no se reduzca la brecha entre salarios y
cuotas.
Calificadas fuentes oficiales indicaron anoche a LA NACION que,
más allá de los nervios generados por una supuesta presión sobre los bancos de
parte del secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, Economía y el
Central "trabajan sobre medidas concretas" que permitan aumentar la oferta
crediticia para la compra de viviendas, sin apelar a un congelamiento de los
alquileres, que provocaría el efecto contrario. Por lo tanto, se anunciarán en
los próximos días dos líneas de trabajo que deberán ser recogidas por los
bancos:
- Leasing: la intención es aplicar este sistema que permite
el alquiler con opción a compra en los nuevos contratos. Según las autoridades
del Central, el esquema ya se puede poner en práctica porque no hay
"impedimentos legales", por lo que podría trasladarse el sistema que se aplica
en las compras de bienes de capital y de automotores. De este modo, la persona
que primero se decide por un alquiler y luego saca un crédito para comprar el
inmueble, podría computar como parte del capital el dinero que pagó hasta ese
momento en concepto de renta. El contrato de alquiler debería aclarar desde un
principio esta posibilidad, se explicó en la entidad que conduce Martín Redrado.
Mientras en los Estados Unidos el financiamiento de la
inversión a través del leasing llega a cerca del 30%, en Chile al 10% y en
Brasil al 4%, en la Argentina roza un 2 por ciento, utilizado básicamente por
pequeñas y medianas empresas y compañías privatizadas en la compra de
automotores, equipos de computación, patentes, maquinaria agrícola y equipos de
comunicaciones.
Con el leasing, una persona puede optar por la compra al
valor fijado previamente u otro por determinar; por su parte, los activos que se
utilizan como garantías benefician a firmas o personas que no siempre disponen
de los respaldos necesarios, pese a su solvencia.
- Scoring: la idea es que el BCRA ponga en marcha, por medio
de una resolución que deberá analizar su directorio, un sistema de calificación
para medir la capacidad de pago de un sujeto de crédito en términos menos
restrictivos que en la actualidad. El objetivo es que, si un inquilino es "buen
pagador", pueda calificar para un préstamo más allá de sus ingresos formales,
transformando el monto que paga como alquiler en una cuota para ese crédito.
Previamente, el Central ya había autorizado este esquema -muy extendido para el
pago de seguros de automotores- a los créditos para el consumo por hasta $
15.000, con el objetivo de premiarlos con tasas más bajas.
Con
escepticismo, calificadas fuentes de la banca privada indicaron a LA NACION que
ambas iniciativas "constituyen un maquillaje, porque el problema real para el
crédito hipotecario es la brecha entre salarios y cuota, que no se puede
solucionar con normas del BCRA".
Respecto de la presunta convocatoria de
Moreno a los bancos para que aumenten la oferta crediticia (el secretario de
Comercio quiere promover la construcción de edificios para alquilar, la fuente
dijo que el funcionario es "voluntarista, pero poco sólido".
Al
respecto, el presidente del Credicoop, Carlos Heller, dijo que la convocatoria
del Gobierno debería focalizarse en "buscar una forma de ayudar a cerrar la
brecha" entre ingresos y el valor de los créditos, "aunque es ilusorio pensar
que los bancos tenemos la solución".
Martín Kanenguiser, 9 de agosto de 2006
Publicado en La Nación